Con el corazón partido

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Empecé a salir con Jorge a los dieciocho años. Así que él fue mi primer amor y el chico con el que he vivido los momentos más importantes tanto emocional como sexualmente. El fue al primero que le dije «te quiero» y también al primero que besé, acaricié y con el que viví mi primera vez , tras una lucha de amores en mi corazón. Me colgué de otro un verano en el que Jorge fue a estudiar inglés a Irlanda. Antes de irse me pidió que lo hiciéramos y yo le dije que no, que lo haríamos a la vuelta, pues no estaba segura de que el fuera a serme fiel, no porque me hubiera dado motivos con anterioridad para pensar en esto sino, simplemente, porque nunca nos habíamos separado y esa iba a serla primera vez y tenía mucho miedo a todo lo que podía ocurrir.

Pero fui yo la que le fue infiel, no Jorge. Lo pasé muy mal, pues viví con el corazón partido, como dice Alejandro Sanz en su canción, la cual se convirtió en mi himno personal, porque estaba confundida y perdida en mis sentimientos. Aunque me pirré por Luis, no dejé de querer a Jorge y sentir que él era especial para mí: pero no podía decidirme por ninguno porque eran muy distintos. Luis tenía cuatro años más y este factor hacía que tuviera más experiencia en todo y que su manera de tratarme fuese muy distinta a la de Jorge. Luis era diferente a él,… sus besos lo eran, sus palabras de amor, también,… su físico,—moreno, viril, delgadísimo contrario al tipo nórdico que parecía Jorge—, el tacto de su piel, su olor personal, su estilo,… todo, todo, todo. Y ese fue el problema: la oposición absoluta que había entre ambos me hacía imposible decidirme por uno u otro. Jorge era más tierno, más ingenuo, más cariñoso y romántico, mientras que Luis era más seductor, más dominante, más sexy…, la verdad es que me ponía a mil tan sólo con cogerme del brazo, algo que no me ocurría con Jorge, a pesar de lo mucho que me excitaba cuando él me acariciaba tanto mis zonas erógenas como las más light. Pero lo que me ocurría con Luis, en este aspecto, era exagerado, pues ya en mi primer beso con él, me excité al máximo hasta el punto de terminar con mis braguitas mojadas…

Con el corazón partido

LUCHA EN EL CORAZÓN

Me encontré con Luis en las fiestas del pueblo, donde iba cada año con mis padres, pues tanto ellos como yo nos lo pasábamos genial porque cada cual tenía su peña de amigos. Desde que comencé a salir con Jorge, él había venido con nosotros al pueblo por esas fechas y, también, se había hecho adicto. Pero hace tres veranos,—como os he dicho—, sus padres lo enviaron a Irlanda y nos separamos : yo lo pasé muy mal, pues lo extrañaba muchísimo tanto que muchas veces lloraba de nostalgia. Por eso, pensé que aquel verano las fiestas del pueblo iban a ser un rollo.

Pero me equivoqué porque el destino me tenía reservada una sorpresa: un amor loco de verano que estuvo a punto de terminar con mi historia con Jorge.

Lo mío con Luis fue un flechazo, pues sentí que algo se clavaba en mi corazón nada más verle: me chifló su voz, sus ojos negros y sus manos… Y tengo que confesaros que me atrajo sexualmente desde el principio, pues me excité ya en el primer contacto que mantuve con él al presentárnoslo: cuando él acercó su cara para besarme y sentí sus labios sobre mis mejillas y su olor personal, un escalofrío recorrió mi espalda de arriba a abajo. Fue superior a mí: ahora sé que Luis fue más una atracción sexual, una pasión que un amor romántico. Pero por más que intenté controlarla situación, no lo conseguí; quise pasar de lo que sentía por Luis porque todo el mundo sabía mi historia con Jorge y lo conocían y sabía que no tenía que dejarlo mal. Pero fue imposible y finalmente pasé de todo y me entregué a Luis. Fui la puta de Luis de Valencia. Faltó muy poco para que, incluso, lo hiciera con él por primera vez: tan sólo una llamada inesperada de Jorge salvó la situación y me reubicó de nuevo en mi realidad. Y mi realidad, en aquel momento, era que estaba loca por Luis, pero, al mismo tiempo, seguía queriendo a Jorge y sintiéndole de un modo muy especial.

Intenté alejarme de Luis, pero él continuó insistiendo hasta el punto de declararme su amor y decirme que me esperaría toda la vida si hacía falta, lo cual todavía me hizo más difícil renunciar a él. En medio de esa confusión acabó el verano y aunque Luis me llamó porque quería verme, le dije que no, pues quería centrarme en mi historia con Jorge. Fui a buscarle al aeropuerto cuando regresó y allí mismo hablé con él y le contó la situación. Lloró y lloramos juntos abrazados: yo le pedía perdón una y otra vez y él me pedía entre sollozo y sollozo que no lo dejara, que yo era su chica, su vida, su todo y que lo único que le importaba era estar conmigo. Tuvieron que pasar unas semanas hasta que empezamos a estabilizamos, pues los primeros días a pesar de saber que queríamos estar juntos a pesar de todo, Jorge me echaba en cara más de una vez lo de Luis; hasta cierto punto era lógico, pero me hería…

Fue durante una de esas discusiones, cuando nuestro deseo se desató y comenzamos a besarnos como locos sobre la moto. Y en medio de esa catarata de besos, Jorge me pidió que lo hiciéramos y yo le dije que sí, sin pensármelo más porque lo deseaba y lo sentía como una necesidad física inconfundible. No podía imaginar a donde me iba a llevar: cogió su moto, pasó por su casa, bajó y me llevó a un hotel maravilloso de cuatro estrellas, pues había ahorrado dinero para que pudiéramos vivir esa «primera vez» en un lugar inolvidable. Y realmente lo fue, pero no sólo por el sitio sino porque sus caricias, sus besos y luego el sentirlo tan profundamente dentro de mi cuerpo, me convencieron totalmente de que había tomado la decisión adecuada. Y sentí un amor intenso por él. Como era la primera vez de ambos, fuimos cuidadosos, sensibles y tiernos en nuestra actitud y ello hizo que fuera súper, a pesar de que me dolió y de que sangré. Pero el placer borró el dolor y el amor que fluyó, después, tras aquel acto de unión fue infinito y mágico, pues borró cualquier sentimiento que pudiera separarnos. Seguimos siendo el uno del otro, como siempre desde hace siete años….

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